Cuando el consumidor se convierte en un tirano

Cuando el consumidor se convierte en un tirano
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La famosa frase “el cliente siempre tiene la razón”, aunque en parte es cierta, también ha hecho mucho daño en la relación que existe entre el consumidor y el proveedor.

Esto es debido a que algunas personas, asumen literalmente el contenido de esta frase y cuando actúan como consumidores, lo hacen de forma exigente, agresiva y haciendo ver su enorme ego.

El clasismo de quienes piden comida por una aplicación o utilizan servicios como Uber o Didi, demuestra que cuando le das un poco de poder a una persona sobre otra, eso revela su peor forma de ser, su verdadera esencia.

Existen dos tipos de consumidores de estos de servicios. Los hay quienes entienden que, por ejemplo, el repartidor que hace un delivery de comida es un ser humano y están quienes creen estar por encima de quienes le prestan este servicio.

El despotismo 2.0

Cuando las aplicaciones de servicio empezaron a aparecer en el mercado, la novedad de la inmediatez atrajo a usuarios de todo tipo.

Y no sólo eso, sino que se creó una nueva clase de trabajadores, que bajo la promesa de ser su propio jefe y trabajar a su ritmo, creyeron que laborar de esta forma los ayudaría a mejorar sus ingresos.

Lo cierto del caso, es que esta nueva clase trabajadora se caracteriza por tener condiciones laborales precarias, sin derecho alguno y sin poder reclamarle nada a las empresas de aplicaciones, porque desde la visión de estas empresas ellos son socios y por lo tanto no existe ningún vínculo laboral que los una.

Y no hay que darle mucha vuelta al asunto, algunas empresas que basan sus actividades a través de aplicaciones móviles, han aprovechado vacíos legales e incluso la situación económica de las personas en la actualidad, para sacar ventaja en un mercado vagamente regulado.

El despotismo hacia quienes están prestando un servicio, se ve reflejado en la mala actitud, valoraciones u opiniones que dejan algunos clientes cuando no sienten que han sido atendidos como ellos esperan.

Pueden existir situaciones que ameriten una llamada de atención, sin embargo, esa pequeña cuota de poder que las aplicaciones le dan a los clientes, bien sea dejando una “estrella” o una opinión destructiva hacia la persona que hace un servicio de delivery, hace mella en el ánimo de quien está trabajando precariamente.

¿No existe la empatía?

Regresando a la relación que existe entre el consumidor de servicios por aplicaciones y quien trabaja repartiendo esos servicios, se dan fenómenos donde personas creen tener algún poder supremo sobre quien le está llevando la comida o sobre el chofer que está conduciendo un vehículo.

Incluso se dan situaciones, en las cuales un trabajador puede obtener una baja valoración de su servicio, por el hecho de no hacerle “un favor adicional” al cliente. Aunque las empresas de delivery que basan sus actividades en las plataformas, niegan que eso pueda afectar negativamente el desempeño de uno de sus “socios”, lo cierto del caso es que si hay una afectación en cómo esta persona percibe su propio desempeño.

¿Cuál es la solución al consumidor tirano?

Es una triste realidad: el mundo está lleno de gente brusca e inculta que se cree con derecho a maltratar a los demás.

Ante esto, existen empresas que intentan encontrar formas de seguir atendiendo a sus consumidores sustituyendo la atención al cliente en directo por grabaciones automáticas o formularios en línea.

Los usuarios se quejan porque, efectivamente, son procedimientos fríos e impersonales, pero son la consecuencia lógica de la falta de empatía y educación de muchas personas que creen que, por estar pagando un servicio, asumen que pueden maltratar a quien los está atendiendo.

La solución a este problema consiste en mejorar las habilidades de comunicación y la empatía entre todas las personas, ¡incluidos los consumidores!

A medida que seamos más conscientes de cómo nuestras palabras y acciones afectan a los demás, seremos capaces de establecer una relación más respetuosa entre todas las partes implicadas en cualquier transacción.