El efecto de las compras compulsivas en el consumidor

En ocasiones los consumidores pueden quedar atrapados en la emoción de querer adquirir productos que no necesitan, sobre todo en la época de las promociones como el Hot Sale o el Buen Fin, que eventualmente puede llevarnos a caer en compras impulsivas que puede afectar nuestro presupuesto como consumidores.

El consumismo es un estilo de vida que tenemos hoy en día. Actualmente, tenemos la opción de comprar la mayoría de las cosas que se nos ofrecen e incluso hasta podemos comparar precios. Sin embargo, si no somos cuidadosos, podemos terminar afectando nuestras finanzas.

¿Qué es la compra por impulso?

Cuando se trata de ir de compras, es posible que hayas oído hablar del término "compra compulsiva" o incluso "adicto a las compras". Pero, ¿qué significan realmente estos términos?

Este comportamiento tiene sus riesgos, ya que por ejemplo si entras en una tienda y das rienda suelta a tus impulsos consumistas, puedes perder el control de tus gastos. Hay personas que son capaces de gastar más de lo que tienen, poniendo en peligro sus finanzas sólo para satisfacer las ansias de comprar artículos.

Este trastorno se caracteriza por una necesidad excesiva de adquirir productos de algún tipo, para poder satisfacer un deseo que al principio puede generar una sensación de satisfacción inicial, pero que al ser momentánea, genera efectos negativos.

En este sentido, el comprador compulsivo no compra el producto porque lo necesite o porque tenga un plan específico para su uso. Más bien, lo adquiere porque el solo hecho de adquirirlo le produce placer, aunque no lo utilice o ya tenga muchos objetos similares en su casa.

Los compradores compulsivos suelen ser personas que tienen dificultades para gestionar sus finanzas y se encuentran con grandes deudas debido a que han pedido préstamos o tarjetas de crédito para poder comprar todo lo que ven.

¿Cómo se ve afectado el presupuesto del consumidor?

Cuando compras cosas por impulso, puedes gastar literalmente dinero que no tienes. Y eso es una mala noticia para tu cuenta bancaria.

Las compras compulsivas suelen llevarnos a hacer un mal uso de nuestros ingresos, a acumular deudas que conducen al sobreendeudamiento y al riesgo de dañar gravemente nuestro patrimonio.

Cualquier acción que te lleve a contraer una deuda que supere un porcentaje significativo de tus ingresos mensuales es un mal hábito que puede afectar a tus finanzas personales y causar problemas legales, familiares e interpersonales.

¿Qué puedo hacer para no caer en las compras compulsivas?

En el mundo actual, es fácil quedar atrapado en un ciclo de gasto compulsivo. ¿La buena noticia? Hay formas de evitar caer en él.

En primer lugar, evita comprar cuando estés en un estado de euforia o ansiedad. Si lo haces, es menos probable que gastes más de la cuenta.

A continuación, haz un presupuesto y ajústate a él. Te sorprenderá la cantidad de dinero que puedes ahorrar si te aseguras de que, cada vez que vayas de compras, te ciñas a tu lista y no compres cosas de más sólo porque estén de oferta.

Si ya tienes problemas con tu tarjeta de crédito, ¡pide a tu banco un plan de pagos fijo! Te ayudará a evitar que llegues al límite de tu tarjeta y que tengas que pagar cargos adicionales.

Por último, reestructure su deuda, es decir, paga primero el saldo más pequeño y ve subiendo hasta que desaparezca toda la deuda.