Finanzas Personales: ¿Sabías que existe la deuda buena y la deuda mala?

Finanzas Personales: ¿Sabías que existe la deuda buena y la deuda mala?
Las deudas pueden ser motivo de gran preocupación

La deuda buena y la mala son dos tipos diferentes de deuda que existen desde hace mucho tiempo.

La deuda buena se utiliza para financiar inversiones que le reportarán un rendimiento mayor que el coste del préstamo, como la universidad, los bienes inmuebles y los préstamos comerciales.

La deuda mala se utiliza para financiar compras de estilo de vida que tienden a depreciarse o a añadir poco valor a su vida, como las tarjetas de crédito o los préstamos personales.

Deuda buena y deuda mala: lo básico

Si te preguntas cuál es la diferencia entre la deuda buena y la deuda mala, puede ser fácil confundirse con los propios términos.

Empecemos por entender qué es una deuda buena: básicamente es cualquier tipo de préstamo utilizado con fines de inversión, como la compra de bienes inmuebles, la apertura de un negocio o la asistencia a la escuela.

Estas cosas tienden a tener rendimientos más altos que sus costes porque aumentan su capacidad de ganar más dinero en el futuro, además de proporcionar otros beneficios.

Por el contrario, la deuda mala suele estar asociada a las compras con tarjeta de crédito, a las facturas médicas no previstas y a otros elementos que no aumentan necesariamente sus ingresos o su valor con el tiempo.

Estas deudas suelen considerarse malas porque dificultan la consecución de sus objetivos financieros a largo plazo y pueden incluso impedirle cubrir necesidades como la alimentación o la vivienda.

Ejemplos de deuda buena

Apalancamiento para invertir o crear un negocio. Por ejemplo, puedes pedir un préstamo para iniciar un negocio que tiene el potencial de generar ganancias si tiene éxito.

La compra de un vehículo (nuevo o usado en buen estado).Puedes poner a trabajarlo, bien sea como unidad de transporte privado o en aplicaciones de movilidad para obtener un ingreso.

La hipoteca de una vivienda. El pago de las cuotas mensuales generalmente es igual o menor que pagar un alquiler. Además, te permite vivir en un sitio que a la larga va a ser de tu propiedad, la cual puede revalorizarse al pasar el tiempo.

El pago de un curso o máster.  Invertir en educación es una de las formas de deuda buena más perfectas que existen, ya que los conocimientos adquiridos aumentan tus posibilidades de conseguir un mejor trabajo, con mayores ingresos.

El pago de una póliza de seguro médico mayor o un plan de salud. Este tipo de deuda, no solo garantiza que tú y los tuyos recibirán atención médica, sino que te protegerán de deudas inesperadas por facturas médicas no previstas.

Ejemplos de deuda mala

Contraer deudas sin analizar la capacidad de pago. Si has estado utilizando tu tarjeta de crédito o pidiendo préstamos sin saber si puedes o no afrontar los pagos, eso es una mala deuda.

Comprar ropa, zapatos o alimentos con una tarjeta de crédito. Utilizar el plástico para comprar este tipo de cosas puede ser tentador, pero acabarás acumulando una deuda por adquirir activos que se deprecian antes de poder pagarlos en su totalidad.

Pagar los servicios públicos (agua, electricidad, gas) con tarjetas de crédito. Aunque parezca que pagar las facturas con crédito puede ayudar a estirar un poco más tu presupuesto cuando el dinero es escaso, lo cierto es que este tipo de deudas pueden acumularse mes con mes si no se pagan a tiempo.

Gestiona y reconoce el tipo de deuda que afecta tu presupuesto

La verdad es que vivimos en un mundo en el que los bancos y las instituciones financieras ganan miles de millones de dólares a costa de que no paguemos nuestras deudas. Y cuanto más nos retrasamos, más dinero ganan.

Quizá has pensado que sólo estabas haciendo lo necesario para salir adelante -abriendo múltiples tarjetas de crédito y pidiendo prestado a amigos y familiares- pero lo que no sabías es que todas estas son estrategias utilizadas por los bancos para mantener a la gente atrapada en la deuda durante el mayor tiempo posible.

Cuando estás endeudado, puede parecer que no hay salida. Pero la verdad es que hay muchas maneras de recuperar el rumbo y tomar el control de sus finanzas.