La Nueva Inflación y la reducción del tamaño de los envases

La Nueva Inflación y la reducción del tamaño de los envases
Ahora los envases ofrecen menos contenido

Últimamente la palabra “inflación” ha estado apareciendo en la mayoría de los titulares de noticias en el mundo. Hay quienes la asocian a las consecuencias que se derivan de los conflictos bélicos, otros señalan que los culpables son los gobiernos que tienen erradas políticas económicas.

Aunque es un fenómeno natural en la oferta y la demanda de los productos, también puede manipularse fácilmente. Esta manipulación puede dar lugar a precios más altos para el consumidor, quienes no tienen otra opción más que pagar el precio señalado.

Sin embargo y sin importar qué o quién es el responsable, lo cierto del caso es que como consumidores resultamos directamente afectados por esta situación.

La inflación es una amenaza constante para el consumidor

La inflación es el ritmo al que suben los precios y disminuye el valor del dinero con el paso del tiempo. Si se mantiene de forma sostenida, la inflación puede dificultar que los consumidores puedan adquirir bienes y servicios cuyo costo aumenta mientras se dificulta la manera de obtener más dinero.

¿Y cómo puede afectarme la inflación?

A consecuencia de la inflación que se está viviendo en el mundo, prácticamente y sin darnos cuenta, los fabricantes están reduciendo el tamaño de sus envases en lugar de aumentar significativamente los precios.

Esta estrategia les permite mantener sus márgenes sin dejar de ofrecer productos a precios atractivos para los consumidores. Al ofrecer precios más bajos en los envases más pequeños, los fabricantes pueden generar más beneficios que si simplemente hubieran subido los precios de los envases más grandes.

Sin embargo, aunque esto parece una situación en la que tanto los fabricantes como los consumidores salen ganando, en realidad es una situación en la que ambas partes pierden porque

1) Se engaña a los consumidores haciéndoles creer que están ahorrando dinero, cuando en realidad sólo están recibiendo menos por su dinero; y

2) El fabricante no ahorra realmente dinero al utilizar menos material o espacio, sino que por el contrario y dependiendo del producto, puede incluso hasta perder a sus consumidores.

Por ejemplo, una botella de refresco de un litro solía contener un litro de refresco, pero ahora sólo puede contener 900 ml. Otro ejemplo son los jabones que pasaron de tener 130 gramos de producto a 80 gramos del mismo, bajo la excusa de ser “ecológicamente sustentables”.

Obviamente, el marketing haría el resto para que el consumidor acepte esta reducción de la cantidad del producto por el mismo precio.

¿Cómo podemos evitar que nos engañen?

Comprando de forma más inteligente, y sabiendo exactamente lo que estamos comprando antes de hacerlo.

Comprueba el contenido y el etiquetado de los productos antes de comprarlos para saber exactamente lo que vas a recibir por tu dinero. Si un producto dice tener "ingredientes naturales", pero en la etiqueta sólo aparecen nombres químicos en la lista de ingredientes, es posible que no sea tan natural como se anuncia.

Visita algunas tiendas de venta a granel, en ellas podrás adquirir el peso deseado de un producto y llevarte lo que necesitas a un precio justo.

Es difícil saber si tus marcas favoritas están incurriendo en este tipo de prácticas desleales, no hay forma de que los consumidores sepan con certeza cuándo el contenido de su paquete se ha vuelto más pequeño. Así que la próxima vez que vayas de compras, presta atención al tamaño de tus productos favoritos y al precio final de los mismos.

¿Qué opinas? ¿Alguna de tus marcas favoritas se ha vuelto más pequeñas?