Los 6 consejos de oro para mejorar mi vida de forma saludable

Los 6 consejos de oro para mejorar mi vida de forma saludable
Consejos para mejorar tu vida

Los pequeños cambios pueden suponer una gran diferencia en nuestras vidas. A menudo vemos a personas que tienen hábitos diarios poco saludables que están arruinando poco a poco su salud.

El primer paso para hacer cualquier cambio es identificar cuál es el problema. ¿Es la dieta, la falta de sueño o incluso el estrés? Una vez que sepas cuál es la causa de tus problemas, podrás empezar a solucionarlos.

Tomemos como ejemplo la dieta. Si no te alimentas bien, ¿cómo va a rendir tu cuerpo al máximo? Tu cuerpo necesita nutrientes para funcionar correctamente. Así que cuando no le das lo que necesita, las cosas empiezan a desmoronarse, ¡literalmente!

Si la nutrición es tu problema, intenta hacer pequeños cambios como añadir más proteínas a tu dieta o comer más fibra (ambas son grandes fuentes de energía). Aunque no son soluciones rápidas, te ayudarán a empezar en el camino correcto para que, con el tiempo, puedas hacer cambios mayores como aumentar el consumo de verduras o eliminar por completo los alimentos procesados.

Es que nunca tengo tiempo de mejorar mi vida

Es comprensible que a veces nos sintamos demasiado ocupados o estresados para dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Pero hacerlo es esencial para mantener un estilo de vida saludable y evitar el agotamiento.

Las mejoras en el estilo de vida pueden suponer una gran diferencia entre una persona más esbelta y fuerte y otra simplemente cansada.

Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a empezar

1. Asegúrate de que duermes lo suficiente. Dormir es una de las cosas más importantes para tu salud. Puede ayudarte a combatir la depresión y la ansiedad, a reducir las hormonas del estrés que pueden provocar un aumento de peso, a reforzar tu sistema inmunitario, a mejorar la memoria y la función cerebral, a reducir la presión arterial y el ritmo cardíaco, a mejorar el metabolismo y a aumentar la longevidad. Así que ¡a la cama!

2. No te saltes ninguna comida. Desayunar ayuda a poner en marcha el metabolismo y a preparar el cuerpo para el día que nos espera. También procura comer porciones pequeñas de comida a lo largo del día para mantener el azúcar en la sangre estable y evitar comer en exceso en el almuerzo y la cena.

3. Bebe menos alcohol. Se sabe que el alcohol causa deshidratación, lo que puede provocar dolores de cabeza, fatiga, bajos niveles de energía y mareos, además de afectar negativamente a la calidad del sueño. El alcohol también aumenta la inflamación en el cuerpo, lo que puede conducir a varias enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis más adelante en la vida, así que trata de reducir el consumo de alcohol tanto como sea posible.

4. Haz más ejercicio. Hacer ejercicio con regularidad no sólo te hará sentir mejor físicamente, sino que también te ayudará a liberar endorfinas, que son sustancias químicas naturales que nos hacen sentir felices. Intenta hacer un nuevo tipo de ejercicio cada semana, como el senderismo o el yoga, de esta manera tu cuerpo nunca se aburrirá de hacer los mismos movimientos.

5. Concéntrate en una cosa a la vez. Cuando intentas hacer muchas cosas, puede ser tentador ocuparse de todo a la vez. Pero cuanto más intentes hacer a la vez, más abrumador te parecerá y menos probable será que consigas algo. Así que, en lugar de intentar abordar todo a la vez -y fracasar estrepitosamente en todas ellas-, céntrate en una cosa a la vez. Esto evitará que te sientas abrumado por el proceso y hará más probable que sigas progresando.

6. Empieza poco a poco. Si fijas un objetivo inicial demasiado alto, puedes desanimarte si no lo consigues inmediatamente, lo que puede llevarte a abandonar tus esfuerzos por completo. En su lugar, empieza con algo pequeño. Al principio puede ser difícil imaginar cómo es el éxito. Pero si fijas tus objetivos a un nivel bajo y los alcanzas primero, podrás crear un impulso y una confianza que te ayudarán a alcanzar mayores niveles de éxito en el futuro.

Fíjate objetivos realistas basados en el punto de partida en este momento, en lugar de dónde le gustaría estar dentro de cinco o incluso diez años (o de lo que otros parecen capaces de hacer a su alrededor). No se trata de que te compares con los demás, sino de centrarte en tu propia salud en relación con este cambio concreto.