Los consumidores mexicanos apoyan la utilidad del etiquetado frontal de los alimentos

Los consumidores mexicanos apoyan la utilidad del etiquetado frontal de los alimentos
El etiquetado frontal sirve como guía para los consumidores.

La preocupación por la salud es una parte importante del comportamiento de los consumidores, especialmente cuando se trata del consumo de alimentos. En los últimos años, el número de personas con sobrepeso u obesidad ha aumentado considerablemente en muchos países. Esto se debe, en parte, a la tendencia a consumir alimentos con muchas calorías y pocos nutrientes.

Cuando compran productos alimenticios, los consumidores deben conocer la información nutricional de sus etiquetas para poder tomar decisiones informadas sobre lo que eligen comer. Sin embargo, muchos consumidores no leen detenidamente estas etiquetas antes de comprar un determinado producto porque no tienen suficiente tiempo o simplemente no les interesa hacerlo.

Esto puede conducir a un aumento de las tasas de obesidad, así como a otros problemas de salud asociados a los malos hábitos alimentarios, como las enfermedades cardíacas y la diabetes mellitus tipo II (DM II).

El etiquetado frontal de advertencia en los productos, se utiliza justamente para informar a los consumidores sobre algunos de los ingredientes clave que se encuentran en determinados alimentos, como el contenido excesivo de azúcar o los altos niveles de sodio.

El etiquetado frontal de los alimentos sigue demostrando su utilidad

Los mexicanos apoyan el etiquetado frontal de los alimentos porque han encontrado beneficios para su salud y la de sus seres queridos. El etiquetado de los alimentos les permite tomar decisiones informadas sobre lo que comen y les facilita la elección de opciones saludables al hacer la compra.

En todo el mundo, la gente es cada vez más consciente de la necesidad de llevar una dieta más sana y de cómo esto puede afectar a su salud en general. Esto ha llevado a un aumento de la demanda de alimentos más saludables, bajos en grasa y calorías, con alto contenido en fibra y nutrientes, y sin ingredientes artificiales.

México no es una excepción a esta tendencia; muchos mexicanos están interesados en mejorar su dieta aumentando el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y otros alimentos que son buenos para ellos.

Sin embargo, puede ser difícil para algunas personas permitirse alimentos saludables sin sacrificar otras necesidades como la vivienda o la educación. Esto es especialmente cierto en el caso de las familias con menos ingresos, que pueden no tener acceso a productos frescos o que no tienen tiempo durante los ajetreados días de trabajo para preparar comidas saludables en casa.

El etiquetado frontal como aliado del consumidor

Las etiquetas de la parte delantera del envase ayudan a los consumidores a tomar decisiones más saludables al hacer la compra, proporcionando información sobre los ingredientes del producto, como las calorías o el contenido de grasa, para que puedan tomar mejores decisiones sobre los productos que quieren comprar en función de sus necesidades de salud.

Adicionalmente, este tipo de etiquetado también proporciona información sobre si un producto contiene alérgenos (como los frutos secos) o si se ha elaborado con ingredientes modificados genéticamente (OMG). Esto puede ayudar a las personas a evitar reacciones alérgicas y a la vez darles tranquilidad a la hora de comprar.

En México, el etiquetado frontal de los alimentos ha influido en el cambio o mejoras con la que son fabricados productos como galletas, dulces, panes de molde, bebidas azucaradas, bebidas lácteas, entre otros productos que antes no se supervisaban tan rigurosamente.

El objetivo de esta norma es proporcionar a los consumidores información suficiente para que puedan elegir con conocimiento de causa lo que comen y beben en función de sus necesidades o preferencias de salud