México: ¿Recuperación económica sin consumo?

México: ¿Recuperación económica sin consumo?
Photo by Joshua Rawson-Harris / Unsplash

No se puede hablar de una recuperación económica sin antes hablar de consumo. Hasta hace muy poco, la economía mexicana enfrentaba una desaceleración que abrió las puertas a una crisis sin precedentes, que incluyó una caída del PIB en el primer trimestre de 2020 del 1.5% y un desempleo registrado del 5.3% (datos INEGI)

Esto quiere decir, que los problemas económicos comenzaron aún antes de la pandemia: como por ejemplo el aumento de los precios de la gasolina, el incremento en los precios del dólar con respecto al peso y el deterioro financiero de Pemex eran ya parte de los principales problemas que enfrentaba México.

Sin embargo, el contexto global cambió por completo por la emergencia sanitaria y las medidas para frenar su propagación. Las actividades productivas se vieron obligadas a detenerse y muchas familias se vieron afectadas por situaciones tan alarmantes como la pérdida del poder adquisitivo como resultado de la pérdida de algunos empleos.

¿Cuál es la expectativa post-Covid que tienen los hogares mexicanos?

Consumidores que tienen un ingreso familiar total entre $15,000 y $30,000 se muestran moderados respecto a las expectativas económicas de cada uno de los hogares en México, mientras que quienes tienen ingresos entre $30,000 y $50,000 se muestran moderadamente positivos.

En contraste, quienes tienen un ingreso familiar total superior a $50,000 son moderadamente positivos, esto gracias a que la economía mexicana se encuentra empezando a recuperarse luego de la caída provocada por la contingencia sanitaria.

El fantasma de la inflación

Sin embargo y a pesar del espíritu optimista que existe en los presupuestos familiares mexicanos, lo que sí ha cambiado de manera significativa es el nivel de confianza del consumidor en la capacidad macroeconómica del país.

Aunque de una manera general, los hogares mexicanos tienen una percepción más positiva sobre el panorama económico del país, les preocupa en gran medida el comportamiento de los ingresos y gastos que ya no son tan parejos como antes de la pandemia asociada al Covid-19.

A lo largo de la pandemia, las familias mexicanas han tenido que adaptar sus comportamientos económicos y limitar su gasto a lo esencial. La mayoría de los ingresos se destinó a cubrir servicios básicos como alimentación, luz y gas, entre otros. El pago de estos servicios también ha representado el principal compromiso financiero para los hogares: más del 60% de las familias mexicanas han tenido que pagar una cantidad mayor a la habitual para atenderlos, y en un menor porcentaje ha tenido que comprometerse con nuevos préstamos.

A pesar de que la economía mexicana da señales de recuperación después de casi 5 trimestres consecutivos en contracción, los hogares continúan siendo cautelosos respecto al manejo de sus finanzas personales.

Fenómeno de interés nacional

Por ello algunos estudios han demostrado que el comportamiento del consumidor mexicano luego de la pandemia a resultado paradójico.
Incluso el Banco Central de México (Banxico) así lo ha señalado en sus últimas encuestas respecto al grado de confianza del consumidor dentro del país, lo que demuestra que es un punto de interés hasta para las autoridades de gobierno.