No se deje engañar: no hay chiles, champiñones ni queso en estas sopas enlatadas

No se deje engañar: no hay chiles, champiñones ni queso en estas sopas enlatadas
Cuidado con las sopas enlatadas

En un movimiento audaz que seguramente causará conmoción en la industria alimentaria, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha dado a conocer los resultados de un exhaustivo estudio que realizó sobre las sopas en crema que están a disposición del público, y los resultados llaman la atención, no tanto por lo que contienen ¡sino por lo que no contienen!

Aguas con estas “sopas”

No es ningún secreto que las sopas enlatadas son un elemento básico de la dieta mexicana. El mexicano medio consume 6,2 latas de sopa al mes, lo que supone más del doble que el estadounidense medio. Pero a pesar de que estos productos son tan populares, también están siendo tomados en cuenta por engañar a los consumidores sobre su contenido nutricional.

La Profeco realizó un estudio en el que se analizaron 18 sopas enlatadas que resultaron ser engañosas en su contenido nutricional. La institución señaló que, de las sopas analizadas, el etiquetado de 16 dice que son "sopas cremas" y apenas dos reconocen que son imitaciones, es decir, no son realmente sopas hechas crema.

El estudio reveló que el contenido de verduras en alimentos como Knorr y Campbell's es inferior al 1,5% del total de ingredientes. Esto significa que los ingredientes predominantes son el agua, la harina o el almidón, y que tampoco se cumple su etiquetado.

Etiquetado que induce a la confusión del consumidor

Se supone que una crema de verduras o de queso contiene una cantidad considerable de la verdura o el queso reales. ¿Pero qué pasa si descubres, para tu desgracia, que sólo tiene un 0,8% o 1% y el resto es agua, harina, almidón y mucho sodio?

Los expertos en nutrición suelen llamar a estos productos "sustancias similares a los alimentos" porque contienen muchos ingredientes que no tienen nada que ver con lo que consideramos alimentos. No se fabrican con ingredientes reales, como la leche o los huevos, sino con polvos que se han mezclado a altas temperaturas.

El problema con el etiquetado de estos productos es que no informan a los consumidores de lo que realmente están consumiendo.

Por ejemplo, la sopa en crema sabor queso de Campbell´s, según el análisis de Profeco, señala que apenas contiene 1% de queso. Es decir, no sería una buena opción para obtener los beneficios que vitaminas A y D contenidas en este alimento ofrecen a los huesos.

Del mismo modo la sopa en crema Knorr son sabor a elote: el contenido de este grano apenas llegó al 1.4% por lata, según los dichos del titular de la Profeco sería casi nada de este cereal, lo cual induce a la confusión del consumidor al hacerle creer que sí está ingiriendo un producto según su etiquetado.

¿Por qué la Profeco no va a retirar estas supuestas “sopas crema”?

Básicamente porque no están reguladas por una NOM oficial, algo que sí ocurre con las “sopas instantáneas”, las cuales algunas fueron retiradas de los anaqueles.

Como recordará, las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) son reglamentos técnicos generales emitidos por las dependencias del gobierno federal. Son un conjunto de lineamientos que los fabricantes deben seguir al elaborar productos para su venta en México.

Estas normas cubren una amplia gama de temas, desde alimentos y medicamentos hasta productos de consumo, dispositivos médicos y materiales de construcción, entre otros.

Las NOM se actualizan regularmente para reflejar los cambios en la tecnología o las necesidades de los consumidores. También pueden modificarse para abordar cuestiones específicas relacionadas con la seguridad o el impacto ambiental, si es necesario.

Y en el caso de las “sopas crema” enlatadas, no existe una que sea específica para la presentación de este producto alimenticio, por lo cual, lo único que puede hacer Profeco es emitir la alerta y educar a los consumidores sobre su contenido.