Actualidad económica: La inflación afecta los precios y el consumo en México

Actualidad económica: La inflación afecta los precios y el consumo en México
Photo by Mufid Majnun / Unsplash

Todo el mundo ha sentido la inflación, ¿verdad? Vas a la tienda y todo parece más caro que hace unas semanas. Esto se debe a que la inflación está causada por el aumento de la demanda de bienes y servicios, y la oferta de esta misma cosa no aumenta, o peor aún incluso disminuye.

La mayoría de los expertos coinciden en que hay dos grandes causas de la inflación: la demanda y la oferta.

Cuando aumenta la demanda de algo, el coste también aumenta porque hay menos cantidad, por lo que la gente tiene que pagar más por ello. Por tanto, si no cambia nada más en el mercado que el aumento de la demanda, las cosas se encarecen.

A veces, la gente compra más cosas de las habituales de una sola vez. Una vez que todos tienen lo que quieren y necesitan, dejan de comprar tanto, y ya no hay tantas cosas (por lo que el precio vuelve a bajar).

¿Cómo afecta la inflación a la economía del consumidor?

La inflación es uno de los problemas macroeconómicos más importantes que afectan a la economía en general y al consumidor en particular.

El proceso inflacionista afecta a la estabilidad del poder adquisitivo, que es esencial para las decisiones de consumo, ya sean de los hogares o de los inversores.

También distorsiona el crecimiento económico al aumentar los riesgos de los proyectos de inversión, a través de su efecto sobre los tipos de interés: cuanto más altos sean éstos, más caro será financiar un determinado proyecto.

Los tipos de interés más altos también distorsionan las decisiones de consumo y ahorro: la gente tiende a ahorrar menos durante los periodos de alta inflación porque sabe que sus ahorros perderán valor con el tiempo.

Por otro lado, tenderán a consumir más de lo que lo harían en otras circunstancias porque saben que mañana los precios serán más altos. En consecuencia, la inflación provoca una distribución desigual de la renta entre ahorradores y consumidores.

Por último, la inflación obstaculiza la intermediación financiera porque aumenta la incertidumbre y provoca un aumento de los tipos de interés.

Si los productores no pueden hacer frente a la mayor demanda de sus productos, cobrarán más para cubrir sus costes (que suben porque tienen que pagar más por los suministros) o dejarán de vender por completo.

Si una empresa necesita pagar más a sus trabajadores, pero no puede aumentar los precios lo suficiente como para hacerlo, entonces tiene que hacer recortes en otra parte, lo que podría significar despidos o pagar a sus trabajadores menos por hora (por lo que valen menos).

¿Por qué la subida de los precios nos afecta de forma tan diferente?

Para entender este fenómeno, imaginemos que usted es un comprador habitual de una tienda de comestibles. Va allí cada semana a comprar unos pocos artículos: huevos, leche, pan y fruta. También compras artículos de primera necesidad al volver a casa, como tortillas y frijoles.

Así es como sueles gastar tu dinero: compras los mismos productos en el mismo lugar cada semana. Ahora, si un día los huevos son demasiado caros en el supermercado, probablemente decidas cambiar de lugar de compra.

Quizá empiece a comprar huevos en el mercado local o incluso encuentre otra marca que cueste menos.

Aunque sean cambios sutiles en nuestras rutinas de consumo, a la larga la capacidad de adquirir el mismo producto se va viendo mermada al punto de que ocurran dos cosas: o se sustituye el producto o de plano el consumidor deja de adquirirlo.