Ciudad de México va por la regulación de plataformas de hospedaje: AirBnb en la mira

En el corazón de la Ciudad de México, se gesta un cambio trascendental. La imponente presencia de Airbnb, gigante de alojamientos turísticos, ha desencadenado una serie de desafíos urbanos que el Gobierno local ahora busca abordar con determinación.

Encabezado por Martí Batres, el Ejecutivo ha presentado una iniciativa pionera para regular las plataformas de estancias cortas, siguiendo la senda de otras metrópolis globales. El propósito es mitigar los impactos sociales, desde el encarecimiento de la vivienda hasta la gentrificación de barrios enteros.

Un modelo de negocio en expansión

El auge desenfrenado de alquileres diarios, mensuales y anuales, proclamado por Airbnb en lujosas propiedades de Polanco, refleja un modelo de crecimiento sin restricciones que ha florecido ante la pasividad de las autoridades. Actualmente, Inside Airbnb revela que 26,300 espacios en la ciudad se ofrecen para alquiler temporal, siendo el 65% departamentos o casas completas.

La mayoría se concentra en barrios gentrificados como Roma, Condesa, Juárez, Polanco y Centro Histórico, sumando fuerzas con otras plataformas como Booking.

Es necesario regular las plataformas de alquiler

La visión del Gobierno capitalino es clara: establecer un marco regulatorio que otorgue certeza a propietarios y clientes. Eduardo Clark, titular de la Dirección General de Gobierno Digital, destaca la necesidad de evitar que edificios enteros simulen ser Airbnb, perjudicando al sector hotelero que cumple con normativas. Además, se busca abordar las preocupaciones sobre la competencia desleal y el aumento de los costos de alquiler.

Expertos ven con esperanza este primer paso hacia la regulación, reconociendo que las autoridades han tardado en actuar. La propuesta, que surge casi un año después del anuncio inicial, busca que todos los arrendatarios se registren en una plataforma gubernamental, obteniendo una constancia oficial necesaria para promocionar la vivienda en plataformas como Airbnb. Se plantea limitar a tres propiedades por usuario, desincentivando compras masivas y especulación inmobiliaria.

Desmitificando un modelo de negocio

El modelo de negocio basado en el alquiler de inmuebles, lucrativo tanto para plataformas como propietarios, ha transformado la manera tradicional de alquilar viviendas a largo plazo. Sin embargo, ha surgido una red de intermediarios, como la empresa Mr. W, gestionando cientos de viviendas.

La iniciativa gubernamental busca obligar a plataformas y propietarios a proporcionar datos estadísticos, limitar la ocupación anual al 70%, e incentivar la inclusión de viviendas en el mercado de arrendamiento a residentes locales.

De hecho, la propuesta de regulación se asemeja a la implementada en Nueva York, considerada la más avanzada en el negocio de alquiler temporal. María Silvia Emanuelli, coordinadora de la Coalición Internacional para el Hábitat, destaca el posible impacto positivo en desalentar la concentración de viviendas en intermediarios.

Un cambio que plantea serios desafios

Sin embargo, la propuesta actual aún necesita aclarar mecanismos para verificar información, evitar duplicidades en plataformas y abordar la falta de vivienda integralmente. Emanuelli sugiere que el Gobierno debería considerar ampliar la oferta de vivienda, otorgar mayores derechos a inquilinos y proponer alternativas de renta social.

Ciudad de México da un paso audaz hacia la regulación de plataformas de hospedaje, transformando el paisaje turístico con medidas innovadoras. Este cambio, aunque necesario, plantea desafíos que requieren soluciones integrales para garantizar un equilibrio entre la industria turística y las necesidades de los residentes locales.