Desafío de ciberseguridad: Amazon y AliExpress bajo la lupa de la FTC

La Comisión Federal de Comercio (FTC) se enfrenta a la imperativa tarea de abordar las prácticas de titanes del comercio electrónico, Amazon y AliExpress. ¿La acusación? La venta de decodificadores de Android TV y dispositivos móviles con malware preinstalado, según la Electronic Frontier Foundation (EFF).

Al conectarse a Internet, estos dispositivos inician una comunicación con servidores de botnets, sumergiéndose en fraudes de clics que generan ingresos publicitarios. Esta actividad, oculta para los compradores, los deja vulnerables a riesgos legales y sin control sobre sus propios dispositivos.

A pesar de los informes de seguridad, Amazon y AliExpress persisten en vender estos dispositivos, generando un debate sobre la ética empresarial. La EFF argumenta que estas plataformas deben retirar los productos al confirmarse el malware, sosteniendo que la venta sin revelar estos riesgos es engañosa.

La FTC enfrenta la presión de imponer sanciones a los revendedores, como un fuerte incentivo para retirar estos productos del mercado. El malware identificado, una variante del troyano Triada, se instala en la cadena de suministro, poniendo de manifiesto la fragilidad de la conexión entre fabricantes y vendedores.

Un grito por la protección del consumidor

Este problema no solo afecta a los usuarios finales, sino que también destaca la necesidad de una mayor protección del consumidor. La EFF insta a la FTC a actuar rápidamente para garantizar la seguridad de los productos en los hogares, señalando la gravedad del ataque a la cadena de suministro de dispositivos de consumo.

Este episodio se suma a la lucha en curso de Google contra el malware preinstalado. Investigadores de Trend Micro alertaron sobre millones de smartphones Android infectados, evidenciando la difícil eliminación de este software malicioso.

El desafío de la FTC a Amazon y AliExpress destaca la necesidad urgente de medidas que protejan a los consumidores y fortalezcan la seguridad en la cadena de suministro. La decisión de la FTC resonará en el futuro del comercio electrónico, marcando un precedente crítico para la industria.