Los consumidores de EE.UU. pareciera que están desafiando las normas económicas anteriores al embarcarse en un frenesí de gastos sin precedentes. A diferencia de las recesiones pasadas, los estadounidenses, en lugar de apretarse el cinturón, están abrazando el "YOLO" financiero (You Only Live Once), desafiando las expectativas económicas convencionales.
¿Cuáles son las claves detrás de este fenómeno y hasta qué punto puede durar antes que todos reciban un golpe de realidad?
Auge del gasto alimentado por expectativas
En un contexto de tipos de interés elevados, escasos ahorros y una inflación persistente, los datos de ventas durante el Black Friday y el Cyber Monday revelan un comportamiento de consumo extraordinario.
De hecho, las tiendas vieron un aumento del 1,1% en las ventas en comparación con el año anterior, mientras que las compras en línea alcanzaron un asombroso récord de US$9.800 millones. ¿Cómo se explica este derroche en medio de condiciones económicas desafiantes?
1. El Impacto del estímulo fiscal
Contrario a las tendencias históricas, el ahorro postpandémico en los hogares estadounidenses experimentó un crecimiento sin precedentes. Los paquetes de estímulo, inyectando US$5 billones en la economía, junto con medidas como moratorias de desahucios, generaron un aumento "sin precedentes" en el ahorro acumulado, llegando a unos asombrosos US$2,3 billones en 2020 y 2021. Aunque parte de estos ahorros se ha utilizado, muchos estadounidenses aún disponen de reservas financieras, impulsando este periodo de gasto "solo se vive una vez".
2. Cambio en prioridades: Soy joven y gasto en lo que quiero
La generación más joven y la clase media-alta lideran este desenfreno de gastos, optando por experiencias lujosas y compras impulsivas. La preferencia por las plataformas de "compre ahora y pague después" indica una actitud despreocupada hacia la deuda. Aunque este comportamiento desafía las normas económicas, algunos expertos sugieren que es una respuesta intuitiva a la incertidumbre del futuro, priorizando la felicidad y la diversión.
3. Persiste la duda:¿Hasta cuándo va a durar?
A pesar de estos patrones extraordinarios, los economistas advierten que este fenómeno de gasto YOLO tiene sus límites. Factores como el vencimiento de becas de guardería y el retorno de pagos de préstamos estudiantiles podrían cambiar el panorama económico. Además, la deuda de tarjetas de crédito supera US$1 billón, y la inflación persistente plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este derroche financiero.
¿Es inminente una futura caída en el gasto?
Aunque los datos actuales desafían las expectativas económicas, la realidad es que este período de gasto desenfrenado sí puede tener un final próximo. Con la deuda creciendo y los vientos económicos en contra, los consumidores estadounidenses podrían enfrentarse a una realidad de ajuste y restricción financiera.
El tema es que el ritmo del desenfreno en el consumo estadounidense no es sostenible en el tiempo a largo plazo. Aunque por el otro lado, la temporalidad y las presiones económicas podrían llevar a un cambio inminente en el comportamiento del consumidor. ¿Hasta cuándo durará esta extravagancia financiera? La respuesta, al igual que el futuro económico, sigue siendo incierta.
