El streaming ahora influirá en la medición de la inflación en México

En constante búsqueda de reflejar con precisión la realidad económica de México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se encuentra inmerso en una trascendental actualización del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el indicador primordial que arroja luz sobre la inflación en el país.

Esta profunda transformación responde a una imperante necesidad: adaptarse a los cambiantes hábitos de consumo de los hogares mexicanos en un mundo cada vez más digitalizado.

El Streaming: Un elemento clave en el ecosistema del consumo mexicano

Uno de los cambios más notorios en esta actualización es el peso otorgado a los servicios de streaming, un fenómeno que ha revolucionado la manera en que las personas acceden a contenidos de entretenimiento. En consonancia con la dinámica de la sociedad moderna, el Inegi ha decidido que el streaming debe ser reflejado con mayor precisión en el INPC, junto con otros aspectos como las descargas de música y videojuegos.

Un ejemplo ilustrativo de esta adaptación es la exclusión de los discos físicos de la canasta de bienes y servicios. Estos, que anteriormente ocupaban un lugar destacado en la medición de la inflación, han perdido relevancia en el panorama actual. Esta decisión es una respuesta directa a la realidad del mercado, donde el acceso a la música se ha volcado mayoritariamente hacia las plataformas de streaming, dejando en segundo plano a los tradicionales CD.

Jorge Reyes Moreno, director general adjunto de Índice de Precios del Inegi, señaló que "en el streaming antes teníamos la compra de CDs en físico, y ahora se está separando la mercancía del servicio, eso ya se estaría incorporando en el clasificador". Esta distinción es crucial para una medición precisa, ya que reconoce la diferencia entre adquirir un bien físico y acceder a un servicio en línea.

La importancia de medir todos los factores

Para llevar a cabo esta actualización, el Inegi sigue un meticuloso proceso. La canasta definitiva, que será utilizada como referencia hasta agosto de 2024, se construye a partir de un primer análisis con la nueva versión del clasificador. Este análisis arroja luz sobre cuáles son los productos o genéricos que más se consumen en la sociedad mexicana, permitiendo decidir qué genéricos se desagregan y cuáles se agrupan en la medición.

Este proceso incorpora datos provenientes de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022, cuyo análisis es esencial para entender los patrones de gasto de la población. Estos datos se contrastan con la realidad del mercado, donde se cotizan los precios de los bienes y servicios, para así establecer la canasta definitiva.

Las bebidas energéticas y los accesorios para vestir también formarán parte

Dentro de las novedades de esta actualización, destaca el desglose de información sobre las bebidas energéticas, que están cobrando una creciente importancia en la dieta de los mexicanos. Estas bebidas, que solían incluirse en la categoría de refrescos envasados, ahora se desagregarán para reflejar con mayor precisión su relevancia en el gasto familiar.

Además, se planifica la desagregación de datos en el INPC sobre 'complementos de vestirse'. Elementos como corbatas, cinturones, bufandas y sombreros, que ya se venían cotizando, serán ahora reflejados de manera individual. Esto responde a la necesidad de capturar con mayor fidelidad los hábitos de consumo y gasto de la población, especialmente en un contexto en el que la moda y el estilo de vestir juegan un papel relevante en la vida cotidiana.