Los negros y los hispanos de las zonas rurales carecen del apoyo social que necesitan para envejecer con salud

El envejecimiento pasa factura y el aislamiento social lo agrava

Los negros y los hispanos de las zonas rurales carecen del apoyo social que necesitan para envejecer con salud

Las personas mayores a menudo carecen del apoyo social y emocional que necesitan para mantenerse saludables y eso es especialmente cierto para los no blancos que viven en zonas rurales, según un nuevo estudio.

Investigadores de Penn State descubrieron que, en todo el país, uno de cada diez adultos blancos mayores de 65 años declaró no recibir el apoyo que necesita, en comparación con uno de cada cinco negros e hispanos. Se cree que la situación es peor en las zonas rurales, donde hay menos servicios públicos.

"A medida que las personas envejecen, sus redes sociales tienden a reducirse", explica Danielle Rhubart, profesora de Penn State y autora principal del estudio.

"La jubilación suele iniciar el proceso, y las redes siguen contrayéndose a medida que la gente envejece. Además, la reducción de las capacidades personales puede limitar las oportunidades de las personas para acceder y participar en las redes sociales que quedan", dijo.

Este menor contacto social contribuye a reducir los niveles de apoyo, y unos niveles más bajos de apoyo social y emocional pueden estar relacionados con una serie de problemas de salud, como el deterioro cognitivo, la depresión, la insatisfacción con la vida e incluso la muerte prematura.

Mayor riesgo para las minorías

Según Jennifer Kowalkowski, investigadora postdoctoral en salud bioconductual y coautora del estudio, los adultos mayores negros e hispanos corren un riesgo aún mayor.

"Históricamente, las prácticas racistas de la sociedad han contribuido a empeorar la salud de los ancianos hispanos y negros", afirma Kowalkowski. "Conectar con los demás suele ser importante para estos grupos -tienen redes sociales más amplias y diversas que los adultos mayores blancos- y es a través de estas conexiones que los adultos mayores hispanos y negros pueden obtener el tipo de apoyo que necesitan para mantener su salud y bienestar."

Pero no tiene por qué ser así. Rhubart afirma que las oportunidades para una mayor interacción social benefician a todas las personas mayores de una comunidad, no sólo a las que acuden a los centros de mayores, servicios religiosos, cafeterías, bibliotecas y otras actividades sociales.

Un modelo utilizado por los investigadores sugiere que "una combinación de encuentros íntimos y casuales en estos espacios da lugar a interacciones que aumentan la sensación de apoyo de todos".

Un escenario que ilustra la teoría, según Rhubart, podría ser considerar el apoyo social y emocional a una hipotética mujer mayor con problemas de visión que no suele salir de casa.

Si su hermano se cruza con su pastor en una cafetería y le cuenta el estado de su hermana, es posible que el pastor visite a la mujer. Así, a pesar de que la mujer no visite la iglesia ni la cafetería, su apoyo aumenta porque ambos espacios existen en su comunidad.

E incluso si el pastor no visita a la mujer, oír hablar de la interacción y conversación de su hermano con el pastor puede