Ir al cine es una experiencia que muchos disfrutamos, pero a menudo nos enfrentamos a un dilema: ¿debemos comprar los costosos combos de comida y bebida ofrecidos en el establecimiento, o arriesgarnos a meter nuestros propios aperitivos?
A medida que los cinéfilos se adentran en las salas de cine, buscan aprovechar las promociones en boletos y dulcería para mitigar el impacto en sus bolsillos. Sin embargo, otros optan por llevar consigo alimentos y bebidas, desafiando así los precios elevados de los combos ofrecidos en estos recintos. ¿Pero es esto realmente un acto ilegal sujeto a castigo según la ley?
Depende de los reglamentos internos de las cadenas de cine
Desafortunadamente, no existe una ley federal en México que regule específicamente si los cines pueden prohibir o no el ingreso de alimentos y bebidas ajenos a los que ellos venden. Sin embargo, cada cadena de cine cuenta con sus propios reglamentos internos, donde establecen las políticas y términos que rigen su servicio.
En el caso de la Ciudad de México, la Ley de Establecimientos Mercantiles prohíbe a los cines "exigir pago por conceptos de propina, gratificación, cubierto o conceptos semejantes, así como condicionar la prestación del servicio a una determinada cantidad de dinero en el consumo". Esto sugiere que no pueden obligarte a comprar sus productos para poder disfrutar de la función.
Vacío legal y la Ley Federal de Protección al Consumidor
Existe un vacío legal en cuanto a si las personas pueden o no ingresar con alimentos y bebidas comprados fuera del cine. La Ley Federal de Protección al Consumidor, en su capítulo VI referente a los servicios, no aborda específicamente esta situación. Aunque circula en redes sociales la afirmación de que el artículo 58 de esta ley permite comprar alimentos fuera del cine, esto no es del todo preciso.
El artículo en cuestión establece que los proveedores de bienes, productos o servicios no pueden negarlos o condicionarlos al consumidor por razones de género, nacionalidad, etnia, preferencia sexual, religión u otra particularidad. Sin embargo, no existe una disposición explícita que prohíba llevar alimentos y bebidas externos a las salas de cine.
Importancia de la venta de alimentos y bebidas para los cines
A pesar de la falta de claridad legal, los cines tienen un gran incentivo económico para desalentar que los clientes lleven su propia comida y bebida. Según expertos en ventas, los cines obtienen márgenes de beneficios muy altos en la venta de estos productos, lo que les genera ganancias significativas.
Además, los cines buscan brindar experiencias únicas a sus clientes, ofreciendo sabores exclusivos de palomitas y otros aperitivos. También aprovechan las compras impulsivas, ya que los ambientes de entretenimiento como el cine fomentan este tipo de consumo.
Aunque no existe una prohibición legal explícita, cada consumidor debe evaluar si prefiere disfrutar de los productos ofrecidos en el cine o asumir el riesgo de llevar sus propios alimentos y bebidas. Independientemente de la decisión, lo más importante es respetar las políticas del establecimiento y no generar conflictos innecesarios.
