CONSUMIDOR: ¿Sabes qué son y para qué sirven las Normas Oficiales Mexicanas (NOM)?
Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) son reglamentos técnicos generales emitidos por las dependencias del gobierno federal. Son un conjunto de lineamientos que los fabricantes deben seguir al fabricar productos para su venta en México.
Las NOM suelen incluir requisitos de calidad para la fabricación de productos como alimentos, maquinaria, piezas y componentes de maquinaria, electrodomésticos, productos farmacéuticos y cosméticos.
El Gobierno mexicano, a través de las distintas dependencias federales, ha establecido una amplia gama de normas cuyo principal objetivo no es otro que el de garantizar que los productos sean seguros y eficaces.
Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) abarcan procesos que van el establecimiento de cuarentenas para prevenir la proliferación de las plagas a los cultivos, cumplimiento de exigencias medioambientales, hasta las reglas de etiquetado correcto en los productos alimenticios, perfumería y belleza preenvasados.
Del mismo modo, las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) se encuentran presentes en cualquier equipo eléctrico que requiera demostrar eficiencia energética, tales como los refrigeradores y aires acondicionados.
¿Por qué son importantes las Normas Oficiales Mexicanas?
Estas normas existen desde 1992 y se actualizan periódicamente para reflejar los cambios en la tecnología y las necesidades del consumidor mexicano.
Su importancia radica, en que garantizan que todos los productos que se venden en México cumplen un determinado estándar de calidad, seguridad y consistencia. Esto ayuda a los consumidores a elegir con conocimiento de causa lo que compran y que los productos se producen de forma segura.
¿Cómo las Normas Oficiales Mexicanas pueden beneficiar a los consumidores?
Al establecer los requisitos necesarios para que un producto logre la certificación y garantizar que los productos cumplan con estos, las Normas Oficiales Mexicanas establecen un estándar de garantía de calidad que puede ser utilizado por los consumidores para tomar decisiones informadas sobre los productos que compran, contribuyendo a crear una cultura de empoderamiento del consumidor en México.
Del mismo modo, promueven el desarrollo económico y la calidad en la producción de bienes y servicios, toda vez que su cumplimiento es obligatorio, tal como establece la Ley Federal de Metrología y Normalización.
Gracias a su implementación es posible proteger a los consumidores contra los principales riesgos en contra de la integridad y salud de las personas, garantizando no solamente la calidad de los productos hechos para el consumo dentro de México, sino que incluso son aplicables a cualquier producto que vaya a ser exportado.
Con el aumento de la globalización, el comercio internacional se ha convertido en un motor clave del crecimiento económico.
Desde el inicio del TLCAN en 1994, México ha estado trabajando para adecuar constantemente su proceso de establecimiento de normas con el fin de facilitar el comercio internacional. En este sentido, las Normas Oficiales Mexicanas permiten armonizar los requisitos de calidad y seguridad nacionales con los internacionales (como las Normas ISO), facilitando así las importaciones y exportaciones
Ayudan a transitar el camino de la calidad y la competencia leal
Tener un marco regulatorio eficiente y eficaz es esencial para lograr un desarrollo sostenible de los bienes y servicios en un entorno competitivo. Por ello, las Normas Oficiales Mexicanas buscan lograr esto a través de:
- La promoción de la innovación, la competitividad y la eficiencia en los mercados de bienes y servicios;
- Garantizar la competencia leal entre los agentes del mercado;
- Proteger a los consumidores de bienes o servicios inseguros;
- Mejorar el acceso a los bienes y servicios; y
- Promover la transparencia, la previsibilidad y la seguridad jurídica para todos los participantes en el mercado.
La presencia de las Normas Oficiales Mexicanas, pone de manifiesto su relevancia en el mercado al aumentar la productividad y la competitividad de la economía nacional.
Una gestión eficiente de este sistema, sólo puede darse si existe una óptima interacción entre los distintos actores involucrados en ella, es decir, Gobierno Nacional, proveedores y consumidores.
