Demandan a Meta por permitir que menores de edad usen Instagram

En octubre, el universo digital tembló con la presentación de otra demanda conjunta contra Meta, la compañía detrás de Facebook e Instagram. La demanda señala que desde el año 2019, Meta ha recibido más de 1.1 millones de reportes sobre estas cuentas prohibidas.

Sin embargo, la respuesta de la compañía ha sido insuficiente y descorazonadora. Solo ha inhabilitado una ínfima fracción de estas cuentas, permitiendo que la gran mayoría de menores continúen deslizándose por los rincones digitales de Instagram.

Los fiscales han detallado cómo las plataformas de Meta, en especial Facebook e Instagram, han alterado profundamente las realidades psicológicas y sociales de toda una generación. ¿Cómo? Facilitando la propagación de contenidos dañinos, desde trastornos alimenticios hasta el acoso, generando una matriz de opinión que influye en los jóvenes estadounidenses en sus aspectos más íntimos.

Conociendo la verdad: Uso continuado e inacción

La demanda destapa información clave: Meta conoce la existencia de millones de cuentas de usuarios menores de 13 años en Instagram, pero solo toma medidas insuficientes. Aunque la edad mínima requerida para abrir una cuenta es de 13 años, la realidad es que se permite que el resto de menores continúen interactuando en la plataforma. Este descubrimiento se basa en correos electrónicos internos, chats de empleados y presentaciones de la empresa.

La demanda revela que entre el primer trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2023, Meta recibió más de 1.1 millones de informes de usuarios menores de 13 años en Instagram. A pesar de estos reportes, Meta deshabilitó solo una fracción de esas cuentas. Un comportamiento que va más allá de la mera negligencia, implicando la recopilación de información personal de estos menores sin consentimiento parental, violando así la ley federal de privacidad de niños.

La Desconcertante Negligencia

La demanda también apunta a la ineficacia de los sistemas de detección de Meta. A pesar de ser conscientes de la existencia de cuentas de menores, la compañía no aplicó sistemas de detección eficaces. ¿Por qué? Porque, según los fiscales, los usuarios menores de edad representan un segmento crucial para los intereses económicos de la empresa.

Ante estas acusaciones, Meta se defiende argumentando que trabaja incansablemente para hacer de sus redes sociales un espacio seguro para los adolescentes. Sin embargo, la demanda desmonta estas afirmaciones, revelando que la compañía ignora cuentas de menores que no contengan biografía o foto. La complejidad del proceso, según Meta, no justifica esta negligencia.

Un llamado a la responsabilidad

En un mundo digital cada vez más interconectado, la responsabilidad de las grandes corporaciones como Meta es innegable. Esta demanda no solo destapa la oscura realidad detrás de la presencia de menores en Instagram, sino que también hace un llamado urgente a la acción. La protección de la privacidad y el bienestar de los jóvenes debe ser una prioridad, y Meta tiene la responsabilidad de cumplir con esta exigencia social fundamental.