Prohibición de grasas trans en alimentos y bebidas: Mejorando la salud de los mexicanos

Prohibición de grasas trans en alimentos y bebidas: Mejorando la salud de los mexicanos
México busca combatir el consumo de grasas trans.

El gobierno de México ha tomado medidas para abordar los problemas de salud relacionados con enfermedades como la diabetes, la hipertensión y la obesidad que afectan a la población.

Como parte de estos esfuerzos, se ha implementado recientemente un decreto para prohibir las grasas trans en alimentos y bebidas, con el objetivo de mejorar la salud física de los ciudadanos.

El decreto para prohibir las grasas trans

Recientemente, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto de adición a la Ley Federal de Salud en México que prohíbe las grasas trans en alimentos y bebidas.

Según el decreto avalado por la Secretaría de Salud, los aceites y grasas comestibles, así como los alimentos y bebidas no alcohólicas, no podrán contener aceites parcialmente hidrogenados, conocidos como grasas trans, en su proceso de elaboración industrial.

Restricciones y regulaciones

La norma establece que los alimentos, bebidas, aceites y grasas no podrán exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada cien partes del total de ácidos grasos. Además, los productos que contengan grasas trans deberán contar con autorización sanitaria para su venta o suministro, según lo establecido por la ley y otras disposiciones aplicables.

Alimentos y bebidas afectados

Aunque no se ha especificado cómo se regularán o retirarán del mercado los productos que contienen grasas trans, se espera que algunas marcas puedan modificar sus procesos de producción para evitar la prohibición. Sin embargo, algunos alimentos y bebidas que suelen contener grasas trans y que podrían quedar prohibidos incluyen:

Alimentos:

  • Pasteles
  • Galletas dulces
  • Tartas
  • Manteca vegetal
  • Palomitas para microondas
  • Pizza congelada
  • Papas fritas
  • Donas
  • Pollo frito
  • Salsas
  • Helados
  • Botanas saladas
  • Cremas de leche para café
  • Masa refrigerada

Bebidas:

  • Refrescos
  • Cafés o tés con crema añadida
  • Leche láctea alta en grasa
  • Bebidas y licuados con aceites de coco o de palma
  • Bebidas elaboradas a base de helado
  • Jugos artificiales
  • Aguas de sabores endulzadas con azúcar
  • Cocteles cremosos sin alcohol

Fecha de entrada en vigor y consecuencias

El decreto para prohibir las grasas trans entrará en vigor en septiembre de 2023. Las empresas que producen alimentos y bebidas afectados tendrán como fecha límite dicho mes para reducir o eliminar por completo los elementos mencionados en sus productos. Aquellas empresas que no cumplan con esta medida no podrán vender sus productos en el territorio mexicano.

Importancia de la prohibición de grasas trans

La prohibición de alimentos y bebidas que contienen grasas trans es un paso significativo hacia la mejora de la salud en México. Estas grasas, que se producen a través de la hidrogenación parcial de los aceites vegetales, son conocidas por ser perjudiciales para la salud, ya que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad y otros problemas de salud.

Al eliminar o reducir drásticamente su presencia en los productos alimenticios, se espera disminuir la incidencia de estas enfermedades y promover una alimentación más saludable en la población.

La prevalencia de enfermedades relacionadas con la alimentación poco saludable, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad, ha aumentado significativamente en México en las últimas décadas. La prohibición de las grasas trans es un paso concreto para abordar esta preocupante situación y fomentar una cultura de alimentación más consciente y nutritiva.

Prohibición que no está exenta de desafíos

Las empresas alimenticias deberán adaptar sus procesos de producción y reformular sus productos para cumplir con los nuevos estándares. Esto puede implicar inversiones en investigación y desarrollo, así como ajustes en la cadena de suministro.

Al mismo tiempo, se espera que los consumidores estén dispuestos a adoptar cambios en sus hábitos de consumo y a buscar alternativas más saludables.